jueves, 24 de enero de 2013

Porque el tiempo...

Porque el tiempo
Porque el tiempo
conmigo viene
y, pasado el momento,
se va.

Porque el tiempo
le trajo hasta mí,
pero, como precio,
debo esperar.

Porque el tiempo,
sin que sirva de precedente
-espero-, se me hace eterno.
Quizás del tiempo soy dependiente

¿Por qué, tiempo,
no intentas pasar
tan veloz como tu buen amigo, el viento?
¿Por qué no lo deseas intentar?

¿Por qué, tiempo?
¿Es acaso que no lo entiendes?
¿Es acaso que no comprendes
que me has ofrecido un regalo
que nada tiene de malo
-¡todo lo contrario!- y me haces
esperar?

4 comentarios:

  1. Qué bien lo expresas, Sara, y qué buena la cita de Shakespeare con que lo acompañas :-)

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    1. Gracias, la verdad es que últimamente escribo cosas de este tipo con frecuencia. Pero hasta yo reconozco que me pongo muy pesada con "cierto" tema, ya que tampoco es que sea la primera maravilla del mundo, ¿sabes cómo te digo?

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  2. Yo te diría que si el tiempo pasara todo lo rápido que deseas, dejarías de disfrutar muchas cosas, y quizá no pudieras pararlo llegado el momento, para saborear el encuentro como, seguro, merece.
    Me ha encantado el poema, precioso.
    Un abracito sin tiempo ni espacio

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    1. En eso llevas toda la razón, cuando estoy en mi mundo con mis ideales, soy capaz de escribir cualquier cosa, no os toméis en serio todo lo que ponga en el libro. De vez en cuando, el Dragón es travieso y cambia las cosas un poco.
      Un abrazo,
      Asra

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